- Basondo es un refugio de fauna autóctona que tiene como objetivo enseñar a las personas el respeto de los animales
- Zipi y Zape, dos gatos simpáticos, son los guías que dan la bienvenida a todas las personas que visitan el parque y les acompañan en su ruta
El Refugio de Basondo es un centro de fauna autóctona sin ánimo de lucro situado en Urdaibai. El centro tiene como objetivo ayudar a los animales silvestres o salvajes a vivir en su hábitat libre, y además, enseñar a los humanos el respeto hacia ellos.
Uno de los veterinarios y
naturalistas más importante de los años 80, Xabier Maiztegi, inició un proyecto
de respeto a los animales cuando empezaron las corrientes de protección de
fauna. El profesional empezó a recoger animales heridos del monte y los curaba
en su propio caserío situado en Garai. Más tarde, vendió el proyecto a la Diputación
Foral de Bizkaia, y abrió el Carpín de Carranza como centro de recuperación y
refugio de fauna.
El centro de recuperación fue
trasladado a Gorliz en 1999, y Maiztegi marchó a Marruecos para abrir otros
centros, y estar en contacto con la fauna silvestre. A pesar de todo, murió a
los 44 años, y su hermana abrió el centro de Basondo en Urdaibai, puesto que se
trataba del entorno natural más importante de Euskadi. La directora actual del
Refugio, Nerea Larrabe, asegura que no es un sitio de recuperación de animales,
sino “un lugar donde viven los animales que están ya recuperados y no se pueden
devolver a su naturaleza”.
La Fundación Xabier Maiztegi es
la propietaria de los animales que hay en el centro. Según Larrabe, pensaron que
era “importante mantenerla como seña de identidad del parque”. No obstante, el
refugio está gestionado por una cooperativa de tres socios: la directora y sus
dos socios y trabajadores, Diakary Bakhayokho y Sara Casado. Además, el centro
suele recibir voluntarios cada año. “Ahora mismo tenemos siete personas de
prácticas trabajando con nosotros hasta junio”, manifiesta la directora.
El refugio no recibe subvenciones
y “no queremos recibir”, insiste Larrabe, “Vivimos de nuestro trabajo”. Aunque
en los últimos dos años han recibido una ayuda para la mejora de las
instalaciones del refugio, el centro vive de las visitas escolares y
familiares. Por otro lado, la Asociación Landabere organiza salidas, talleres,
charlas y evento dentro del parque sin ánimo de lucro. Y la ONG Mundo Vivo es
otra de las asociaciones con las que colabora el centro.
Una de las diferencias claves
entre el refugio de Basondo y un zoológico, es el uso de los animales. Larrabe
remarca la diferencia haciendo hincapié en la naturaleza: “el zoo coge
directamente los animales de la naturaleza y los mete en jaulas como exposición
ante los humanos. Nuestro refugio coge los animales de centros de recuperación
y les ofrece ayuda y un lugar similar a su hábitat”.
Según uno de los socios del
refugio, Diakary Bakhayokho, “Cuando los animales entran aquí, no se ceden.
Recogemos animales que no son de aquí y lo llamamos educación ambiental”. Los
niños que visitan el parque hacen un trabajo de sensibilización respecto a los
reptiles, ya que, según indica Badhayokho, “están muy mal vistos”.
A diferencia con otros refugios,
Larrabe afirma que diferenciar los animales del refugio como razas vascas o no,
es un “acepción humana”, ya que ellos no lo hacen. “Nos ocupamos más de la fauna
ibérica”, indica la directora. En comparación con otros refugios, el más
parecido a Basondo, según manifiesta Larrabe, es el Carpín de Carranza.
Llamadas al veterinario
El servicio veterinario se
utiliza de manera puntual puesto que según Larrabe “es raro que los animales
silvestres se pongan enfermos”. El veterinario que atiende los animales en el
refugio, Pedro Larrinaga, asegura que no es necesaria una visita rutinaria
puesto que si enferman es por causas muy graves, o peleas entre ellos. “Un
animal deja de estar bien cuando deja de comer y empieza a perder kilos”.
Además, reconoce que en una visita tampoco es capaz de asegurar el problema,
puesto que lo importante “es estar conviviendo con ellos y apreciar la
evolución del problema”.
Según Larrinaga, los animales
nacidos en cautividad son animales “troquelados” ya que los humanos los han
acostumbrado a su presencia. “Esto es un problema para este tipo de animales ya
que no se podrán devolver a su naturaleza nunca”. El veterinario asegura que
los humanos destrozan fácilmente la naturaleza de los animales salvajes por el
hecho de domesticarles. “Si un animal se domestica y luego se devuelve a su
hábitat, es fácil que no sobreviva y muera”, afirma Larrinaga.
Las especies de Basondo
Uno de los bisontes del refugio |
El bisonte, que ya era dibujado
por los hombres prehistóricos en Santimamiñe, forma parte de una especie que
está totalmente recuperada, aunque con problemas genéticos. Vixente y Charly son dos bisontes del centro
provenientes de centros de cría en Alemania. En estos centros existen dos
salidas: ceder las especies que habitan en ellos a refugios como el de Basondo
o, en su caso, soltarlos en libertad. Según apunta la directora del refugio, a
la especie del bisonte “le gusta vivir en manada. Son gregarios y tremendamente
inteligentes”. Así mismo, también señala que son animales que “velan a los
muertos durante 3 días. Son muy sentimentales”. Larrabe comenta que es imposible
que el Bisonte Europeo entre en las instalaciones de Basondo, puesto que está
“a punto de extinguirse”.
Una de las llamas del refugio |
Lobo Ibérico de Basondo |
Lince ibérico de Basondo |
El último animal en llegar al
refugio ha sido un jabato bebé que actualmente reside en casa de la directora
por los cuidados intensivos y continuos que necesita. Larrabe afirma que en el refugio
no acogen perros y gatos, aunque Zipi y Zape son dos gatos que “decidieron
escoger este hogar para vivir, y ahora se dedican a recibir las visitas del
refugio”.
A pesar de todo, el objetivo del Refugio es claro y conciso. La
directora reconoce que la separación de los animales es muy dura y que con su
labor, consiguen “sensibilizar a los niños para no pedir mascotas”. Larrabe
remarca que los animales silvestres no se pueden tener como mascotas: “los
monos son animales asilvestrados y salvajes, y los hurones son prácticamente
imposible domesticar”.
En definitiva, la visita está recomendada para todo el mundo, pero
en especial a aquellas personas que aman los animales, y también para que los
más pequeños tengan conciencia de la importancia del cuidado de los entornos
naturales y sus especies.Plano del Refugio de Basondo |
No hay comentarios:
Publicar un comentario