Según el veterinario, Pedro Larrinaga, la anestesia en los animales no resulta siempre efectiva
El 90% de los animales que más he
tocado han sido los bovinos. No obstante, también he tratado prácticamente
todos los animales domésticos. Por otro lado, he atendido alpacas, guanacos,
llamas, ualabís, macacos, titis, pumas, tortugas, ciervos, osos, leones mojitos… Con estos leones tuve varios
problemas porque se atragantaban al comer a causa de una estenosis esofágica, y
varias veces les he llevado a urgencias para resolver el problema. Al final
descubrimos que la solución estaba en dormirlo ya que se relajaba la estenosis
y, de esta forma, el trozo de carne atascado bajaba hasta el estómago.
Familia de macacos |
Como veterinario especializado en fauna salvaje, suele dedicarse al
tema de los equipos de anestesia, ¿cuáles son los problemas más frecuentes que
suele atender en los animales?
Muchas veces tengo dificultades
por falta de medios a la hora de hacer pruebas clínicas a algún animal que esté
enfermo. Por tanto, lo que hago es solicitar un traslado a una instalación más
preparada o más adecuada con escáners, rayos o ecografías. Cuando son temas de
traslado, prefiero que sea a una clínica más completa que mi oficina, puesto que aprovecho para
realizar pruebas, y si no tengo las suficientes, pueda seguir haciendo sin la
necesidad de trasladarlo. Al fin y al cabo, es como los humanos cuando deciden
ir al hospital antes que a un ambulatorio, ya que saben que tienen todas las
instalaciones que necesitan a la hora de realizar más pruebas.
Pero, según un estudio de Vet Anaesth Analg realizado en Inglaterra en el
2012, y en el que 3546 animales fueron sometidos a anestesia general, la tasa
de mortalidad general es de un 1’35%. ¿Usted ha vivido algún caso de mortalidad
o riesgo a la hora de realizar su trabajo?
En general, es un riesgo grande
puesto que la anestesia de un animal salvaje tiene un margen de seguridad muy
bajo y puede tener muchos riesgos en ese momento. Alguna vez he tenido accidentes
profesionales a la hora de anestesiarlos. El impacto del dardo sobre el
animal crea un estrés repentino que le
hace dar un salto de metro y medio y quedar en estado catatónico. Al cabo de
dos días muere sin dar tiempo a que haga efecto la medicación. Pero este riesgo
se puede tener en cualquier momento, todo depende de cómo reaccione el animal y
la capacidad de estrés que tenga.
En cuanto a las
desparasitaciones internas cada 3 meses, en animales domésticos es fácil
aplicar la medicación, al igual que es fácil detectar los parásitos, puesto que
están más acostumbrados a la presencia humana y por tanto, están más vigilados
en ese aspecto. Pero ¿Cómo afectan en estos animales silvestres?
Los animales salvajes suelen
comer otros animales o carnes crudas como pollitos. Estas carnes pueden
contener parásitos que al alimentarse, despiertan fases larvarias que se
desarrollan al realizarse la digestión. Por tanto, cumplen el ciclo total de la
larva y es en ese momento cuando pueden parasitar a los animales. La carne
cruda tiene mucha tendencia a contener parásitos y es por eso que muchas veces
se recalca lo de “no dar carne cruda al perro”. Pero esto solo sucede con los
animales puesto que un humano se come una oveja que contiene un quiste
yatírico, y no le sucede nada. En cambio, lo come un animal carnívoro, y
desarrolla una lombriz que va a contaminar la vegetación y los rumiantes, de
forma que se cierra el ciclo de nuevo si otros carnívoros los comen. Estas
lombrices pueden ser intestinales, pulmonares o lombrices enquistadas en el
tejido en carne o vísceras.
¿Y cómo controlan la desparasitación para conseguir no cerrar el ciclo
larvario en estos animales?
Si no hay carnívoros que coman
rumiantes, normalmente no se cierra el ciclo y no habría ningún problema. Pero a
estos animales les encanta comen carne de rumiante, y aunque no sea de los
animales de la misma instalación, comen de carnicería. Por tanto, hay que
tratar esos parásitos de forma adulta
intentando que el número de huevos que pueda poner sea el mínimo posible. Sabemos
que en los ciclos, de un huevo a un gusano que pueda poner huevos rondan unos
48 días. Contando que ya hemos desparasitado las formas maduras y no las
larvarias que estén a medio crecer, sabemos que, en función del desparasitador
utilizado, habrá que seguir unas pautas u otras. Solemos usar las
desparasitaciones generales de forma menstrual o cuatrimestral. Con una
desparasitación nunca será suficiente, pero con una rutina, finalmente la
reinsectación será menor y conseguimos que la carga parasitaria sea baja.
¿Es difícil aplicar el medicamento para desparasitar estos animales
salvajes?
Todo depende de cada animal. Hay
animales a los que resulta muy fácil darles un producto. Por ejemplo, a un
carnívoro, le ponemos una pastilla triturada dentro de un pollito, y al
comerlo, ya se toma su medicación. Para rumiantes, en cambio, tenemos unos
polvos mezclados con harina para echar en el pasto, u otros que son inyectables,
aunque no se utilizan mucho por el manejo. El hecho de tener que capturarles,
inmovilizarles y aplicar el medicamento resulta ser muy estresante para
ellos. No obstante, es cierto que en la
mayoría de animales se ha utilizado el medicamento subcutáneo sin dardo.
En su trabajo, debe estar continuamente informado de cara a las nuevas
especies que trate y además, abierto al aprendizaje de nuevos conocimientos.
¿Ha necesitado alguna vez de otro profesional a la hora de atender a un animal
al que desconocía su especie?
Siempre. Hay una cosa muy
importante que hay que tener en cuenta en esta profesión: no se puede pretender
saber de todo. Lo mejor es consultar a alguien que creamos que puede saber más
sobre una especie, puesto que igual su trabajo está más dedicado a ella o
porque trata unos parientes cercanos. Si hay algo que no sabemos, tenemos que
estudiarlo y aprenderlo. Pero si tenemos a alguien que nos pueda acercar o
aportar ese camino porque lo sabe, vamos a trabajar con más ventajas. Por
tanto, siempre hay que preguntar. Además, el tema de las anestesias es muy
complicado puesto que dos animales muy parecidos como lo pueden ser por
ejemplo, un arruí y un muflón, son diferentes a la hora de anestesiar. El arruí
es la especie que más me cuesta anestesiar puesto que he probado muchas mezclas
anestésicas para intentar dormirles y nunca me funciona igual. Puede que el
primer día se duerman con una posología normal,
y a los 15 días de seguimiento, necesites doble anestesia porque el
animal se estresa y reacciona de forma nerviosa ante la presencia de la
cerbatana. Por tanto, es importante aprovechar la hora de la comida para
anestesiarles, a pesar de que ellos notan que ya no es una rutina diaria.
Los animales domésticos como los perros o los gatos están acostumbrados
a la presencia humana, a diferencia de los animales silvestres. ¿Cree que es
más fácil atenderlos a ellos antes que a los salvajes?
Veterinario atendiendo una de las vacas |
La característica principal no es
comparable al animal salvaje, puesto que lo más importante es la frecuencia que
al final se domine. En mi caso, por ejemplo, no es necesaria la documentación
antes de visitar una vaca, puesto que el 90% de los problemas que tenga, son
habituales. Puedo llegar a ver 3 o 4 casos similares a la semana. Si en caso
contrario, tuviera que visitar leones, me dedicaría más a atender casos de
leones. Por tanto, sólo por el número de animales que hay, y por las
incidencias que pueda tener, no son muy frecuentes. Es decir, lo habitual es
ver todos los problemas de una misma especie y no uno de cada 1000 especies. En
el caso de los animales domésticos, especialmente con los gatos, se deben tener
medios y trucos para lograr pincharle sin tener que dormirle. Aunque estos sean
salvajes, a la hora de comer, son bastante mansos porque nadie les está agrediendo
ni intimidando.
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