jueves, 14 de abril de 2016

El ADN del perro justifica los medios

Recoger las heces de un perro en la vía pública sigue siendo problema del dueño



Es evidente que la responsabilidad de las heces de un perro recaiga en forma de multa sobre el que le pasea. Pagar dinero abre los ojos a muchos dueños despreocupados por la limpieza pública. La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha apostado por remarcar a todos ellos la importancia de enseñar a sus perros las zonas en las que hacer sus necesidades. Y por ello, ha iniciado un proyecto para combatir la ‘guerra de cacas’. A través de análisis genéticos de las heces de los perros, campañas que abronquen al dueño del mismo, multas de hasta 15.000 euros y patrullas caninas, lograrán hacer entrar en razón a muchos de los dueños que se despreocupan de la limpieza pública.



No obstante, según el periodista del Periódico de Catalunya, Rafael Morales, el incivismo que supone que los propietarios de perros no recojan las heces de sus mascotas está llegando a “límites insospechados”, y las multas y campañas de concienciación “no son suficientes para poner remedio a uno de los principales motivos de queja que tienen los ayuntamientos”.


Es difícil conseguir que todos se responsabilicen, pero no imposible. Por esa misma razón, muchos municipios catalanes están recurriendo a técnicas propias del CSI para resolver este triste problema. Pero, ¿qué técnicas? Un censo con el ADN de los canes para recoger las muestras de la calle y analizarlas, será suficiente para localizar a estos dueños irresponsables e imponerles la multa. Aunque es probable que muchos de estos dueños decidan enseñar al perro a hacer sus necesidades dentro del hogar. Más que nada por comodidad y rapidez.



Con lo bonito que es educar al perro a realizar sus heces en un parque con jardín habilitado para mascotas… Es una lástima que estos dueños dejen que lo hagan en una vía pública y ni se molesten en sacar una bolsita para recoger el regalito. Una estudiante de bellas artes en la UPV del campus de Leioa, Carlota Expósito, reconoce que “se coge manía a los perros por lo cochinos que son los dueños del mismo”. Y no me extraña que estos comentarios sean clave en estas situaciones. Al final los pobres perros se llevan sus etiquetas.



Según fuentes del diario El Correo, un día por semana de patrulla es suficiente para reducir el 80% del incómodo problema de las heces perrunas en la vía pública. Esperemos que esto sea cierto, y los dueños de perros entren en razón. Sólo hace falta dos bolsitas y mano dura. La bolsita para recoger las heces del animal, y la mano dura para enseñarle que es mejor hacer las necesidades en un jardín habilitado para mascotas.

Ahora los dueños deciden: afrontarlo y recoger las heces de sus perros, o pagar multas. 

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