El rector, Iñaki Goirizelaia, reconoce que el plan del ministro Wert tiene una formación básica fuerte
El equipo del rectorado de la Universidad del País Vasco aceptaba en 2003 la aplicación del plan 3+2, tres años de grado y dos de máster. Hace 12 años pensaban que aportaría flexibilidad, pero actualmente, solo esperan el análisis del plan vigente, 4+1, y así decidir si lo mantienen o lo cambian.
Iñaki Goirizelaia, junto con su grupo del rectorado, realizaron el pasado lunes 2 de marzo, en la Facultad de Ciencia y Tecnología del Campus de Leioa, una reunión abierta a todos los alumnos para hablar del presupuesto 2015, el plan universitario 2015-2018, la estrategia de oferta de estudios de grado, la reorganización de centros, la participación del alumnado en la vida universitaria (órganos de representación, ikasletxea, etc), el plan de Euskara, las tasas, las becas, el coste de los servicios de la UPV/EHU y la información sobre prácticas.
Con las licenciaturas de 5 años y las diplomaturas de 3 años
a partir de 1970, la población estudiantil universitaria representaba el 0’6%
de la población total del país. Tras la nueva Ley Orgánica de Reforma
Universitaria, LRU, implantada en 1983, se consiguió aumentar al 1’6%. Diez
años después, 1.389.754 alumnos estudiaban con los nuevos planes de estudio
hasta el curso 2006. Con el plan actual de 4+1, cuatro años de grado más uno de
máster, los universitarios figuran el 3’2% de la población.
La reforma de los planes de estudio que se produjeron entre
1992 y 2003 proponía que fueran elaborados por las propias Universidades. Según
el rector de la UPV-EHU, Iñaki Goirizelaia, el equipo de rectorado estaba de
acuerdo con aceptar el plan 3+2 puesto que “el que haya grados donde se dé una
formación básica fuerte en los distintos grandes ámbitos del saber, da mucha más flexibilidad”.
En el
curso 2010-2011 se cursó el primer curso experimental del plan de estudios 4+1,
del que se espera una evaluación del sistema. “El problema es que la estructura
que tenemos nosotros no es nada flexible”. Goirizelaia afirma que el 4+1 es una
estructura muy rígida y compleja y que con el 3+2 se podría llegar a tener una flexibilidad
adicional en la que más tarde se puede hacer saltos de un sitio a otro. Pero
insiste que “hace doce años lo hubiera visto bien, pero ahora después del
recorrido y estando en la situación en la que estamos, me parece que genera un
problema serio, y más sin haber evaluado el plan actual”.
Una alumna de Bellas Artes, Estefanía
Rubio, manifiesta que no está ni a favor ni en contra del plan 3+2 puesto que
según ella, falta un análisis del plan actual. “Si no has hecho un análisis del
sistema, no puedes pretender cambiarlo ahora de golpe, y encima que sea más
caro”. El rector declara que no se va a presentar ninguna modificación del plan
de estudio hasta septiembre de 2016, pero “tampoco lo tengo claro porque hay
que aprovechar este tiempo de elecciones en las que, posiblemente, venga otro y
lo vuelva a cambiar todo”. También asegura que si aceptan el nuevo plan, no
será más caro para los estudiantes.
Según Carmelo Garitaonandia, vicerrector del Campus de
Bizkaia, los planes 4+1 y 3+2 solo dan problemas. “En nuestro entorno es más fácil encontrar países
con el 3+2 que con el 4+1”. Argumenta que a la hora de llevar dobles
titulaciones se plantean muchos problemas.
4+1+1
La mayoría de países de Europa tienen impuesto el 3+2. Pero
también hay algunos como Reino Unido o Suiza que tienen el 4+1+1. Esto
significa que un alumno hace los 4 años de grado, uno de máster y un año de
ampliación de 30 o 60 créditos más para entrar en un programa de doctorado.
Goirizelaia cree que este plan también puede ser una opción posible para la
UPV-EHU.
La normativa de la universidad expone que para acceder a un
programa de doctorado hay que haber cursado 300 créditos de los cuales al menos
60 tienen que ser de nivel de máster. Las titulaciones antiguas que tienen 300
créditos, si se considera que el último año tiene los créditos de nivel de
máster, también dan acceso directo al doctorado. “Tiene acceso, otra cosa es la
admisión”, afirma el secretario general de la UPV-EHU, José Luís Martín. Explica
que las condiciones de acceso son comunes pero las condiciones de admisión
dependen de cada programa.
Presupuesto
universitario
El presupuesto que se ha presentado al consejo de gobierno
el 5 de febrero es de 396’5 millones, un 0’26% más que el año pasado. De esos
396 millones y medio, 303’5 aparecen en el plan universitario y provienen del
Gobierno Vasco y los otros 93 llegan de la actividad que se desarrolla dentro
de la universidad.
La gerente de la UPV-EHU, Miren Lorea Bilbao, explicó el pasado
2 de marzo en la reunión con los estudiantes del campus de Leioa, las razones
por las que se gasta la universidad los 396’5 millones de euros. Para las
nóminas de todos los trabajadores, se gastan 265 millones. Para abrir cada
facultad y pagar todas las facturas y las zonas públicas, se gastan 45
millones. Para los contratos programa se gastan 31 millones destinados al 20%
de formación, 70% de investigación y 10% a la parte de responsabilidad social.
Y el resto se gasta para desarrollar todo el resto de la agilidad que hay en la
universidad a través de los vicerrectorados y departamentos.
A pesar de las dudas, el equipo de rectorado confía que
tendrán tiempo suficiente durante las elecciones para pensar y valorar cuál es
el mejor plan de estudios para la UPV-EHU.
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